Avala GPPRD reforma constitucional sobre límites al fuero, pero la considera insuficiente: aguilera rojas

* El Vicecoordinador del Partido del Sol Azteca en San Lázaro denuncia que se omite el combate a la impunidad

* Así, aunque en discursos se diga combatir la corrupción, en los hechos no hay tal combate 

Al expresar el aval del GPPRD a la reforma constitucional para limitar el fuero presidencial, el diputado José Guadalupe Aguilera Rojas advirtió que es insuficiente mientras no se combatan en la ley y en los hechos la corrupción y la impunidad, lo cual no ha hecho la actual Administración Pública Federal.

Durante su discurso para posicionar a la bancada del Partido del Sol Azteca ante el Pleno de la Cámara de Diputados sobre ese tema, el legislador federal por Michoacán aclaró que al momento sigue sin ser realidad la divisa de “Nadie ni nada por encima de la ley”, aun cuando reiteradamente el actual Gobierno Federal diga estar contra la corrupción.

“Hay muchos y muchas que han caído en la corrupción en el pasado, pero también en la actualidad. Por ello invitamos a que haya congruencia en el discurso y en los hechos”, expresó.

Acusó al actual Gobierno Federal de no pasar del discurso y de partir de un diagnóstico erróneo, pues para combatir a la corrupción en México y reducirla a sus mínimos, hay que empezar primero por destruir lo que la provoca y empodera, que es la impunidad.

“La impunidad es una especie de madre de la corrupción. La impunidad es el origen: alimenta, protege y expande la corrupción en nuestro país. Combatir la corrupción sin erradicar la impunidad -amigas y amigos, pueblo de México- es seguir con el discurso, emular la simulación que ha sido la estrategia de todas y cada una de las administraciones pasadas y la actual”, puntualizó.

Enfatizó que, en efecto, a los mexicanos les molesta mucho la corrupción, pero la impunidad les hiere y hunde más, sobre todo la que deja impune a una clase política privilegiada y protegida políticamente gracias al poder económico.

Es la impunidad -agregó- la que abrió una brecha profunda entre algunos pocos privilegiados y los mexicanos explotados, olvidados y considerados de segunda.

Por ello, aunque insistió en que es un avance la actual reforma a algunas partes de los artículos 108 y 111 de la Constitución, lamentó que en otras y en el artículo 110 se mantenga un procedimiento largo, oscuro, tendencioso, omiso y proteccionista a favor del Presidente de la República en cuanto a investigación, persecución y enjuiciamiento de delitos cometidos durante su encargo.

A nombre del GPPRD celebró las buenas intenciones del actual Presidente de combatir frontalmente la corrupción, pero al mismo tiempo criticó su falta de estrategia para combatir la impunidad, la cual también mantiene, a semejanza de gobiernos pasados.

También valoró la utilidad política del fuero para legisladores, jueces, magistrados y altos miembros de la Administración Pública Federal a fin de que puedan cumplir sus funciones constitucionales de la mejor manera. Sin embargo, reconoció que, por culpa de la impunidad y la corrupción, dicha figura se prestó al abuso y a la protección legal o ilegal de un sector determinado.

En tal sentido, llamó a tener cuidado con este tipo de iniciativas, que si bien atienden el reclamo popular de eliminar privilegios políticos para muchos servidores públicos con antecedentes de impunes y corruptos, también deben buscar que el fuero sea un instrumento contra la corrupción y la impunidad, y no a su favor, como actualmente sucede.

Insistió en que es necesaria una reforma de mayor calado, tal como históricamente lo ha planteado el PRD, para que los privilegios políticos y jurídicos sean de una vez erradicados.

Tal reforma debe combatir de manera frontal la impunidad y en consecuencia, o a la par, la corrupción, pero no con simulación, sino con hechos concretos y, en especial, con el ejemplo de los funcionarios públicos, incluidos las y los legisladores, quienes deben cumplir cabalmente la ley y sus funciones.

“Hoy damos un pequeño paso adelante. Esta reforma -podríamos decir- es un buen gesto, una buena intención por parte del titular del Ejecutivo. Sin embargo, jurídicamente hablando, esta reforma constitucional aportará muy poco para extinguir la protección y al abuso jurídico en que se ha traducido la impunidad y de la que han disfrutado los antecesores del actual titular del Poder Ejecutivo”.