Marchan en Zirándaro para pedir por la paz

* Desde el pasado 10 de noviembre, siete células criminales se disputan la plaza

* Han sido desplazadas unas mil personas de 40 comunidades rurales

* El alcalde pidió a los pobladores que regresen a sus localidades “a pesar del riesgo”

Zirándaro, Gro.- Pobladores de este municipio de Zirándaro, región de la Tierra Caliente, el pasado viernes 6, realizaron una marcha en esta cabecera para pedir por la paz, luego que desde el pasado 10 de noviembre al menos siete grupos criminales que se disputan a sangre y fuego el control del territorio que ha dejado hasta este momento unas mil personas desplazadas de 40 comunidades rurales.

Desde la fecha citada se han registrado una serie de balaceras en esta zona colindante con la Tierra Caliente de Michoacán.

Según los testimonios de los pobladores, los enfrentamientos han sido entre integrantes del Cartel Jalisco Nueva Generación, Familia Michoacana, Caballeros Templarios, Los Viagras, Los Cuernudos, además de otros dos grupos regionales que iniciaron una disputa por el control del territorio entre Guerrero y Michoacán.

La marcha inició en la entrada a esta cabecera municipal y culminó en centro de la localidad, donde realizaron un mitin.

Tras la manifestación se desplegó un operativo de seguridad. La marcha fue seguida por tres patrullas con elementos de la Policía del Estado y en el área rural fueron realizados recorridos por parte de efectivos del Ejército Mexicano y de la Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero en por lo menos 12 patrullas.

Los manifestantes portaron lonas con las leyendas: «No estamos solos», «Mantengámonos unidos por la paz», «Queremos regresar a nuestros hogares», «Porque la educación es primero sin violencia y con paz para los Zirandarenses», «Unidos por la paz», «Ya no más desplazados», «Regresemos a la paz», «Queremos la paz y caminos libres», «Queremos regresar a nuestros hogares».

En la marcha se pudo observar la participación de niños, jóvenes, mujeres, hombres y adultos mayores.

Al llegar a la explanada del zócalo se pudo apreciar en el presídium una gran lona blanca con violeta con una paloma y el lema: “No estamos solos, permanezcamos unidos por la paz”.

Al hacer uso del micrófono, el alcalde de Morena, Gregorio Portillo Mendoza hizo un «llamado a la unidad en tiempos de tempestad» y relató que cuando tenía 14 años tuvo que abandonar este municipio por las condiciones de inseguridad que le llevaron a la pérdida de su padre.

«Tuve que emigrar, abandonar mi comunidad, me tuve que ir a vivir a Huetamo (Michoacán) y abandoné mis estudios de secundaria por una situación absurda, como la que vivimos en estos momentos», dijo.

Señaló que su familia se refugió en los Estados Unidos y luego «hice una promesa que no sería factor para que otros niños vivan el infierno que me tocó vivir, eso  me impulsó a regresar a Puebla a estudiar y concluir mis estudios, regresar al municipio y tener el honor de encabezar la autoridad; he puesto en la mesa mi integridad y mi vida para que esos niños, esos jóvenes, no vivan más ese infierno que están viviendo; a las autoridades les hace falta vivir tantito lo que vive un desplazado».

Lamentó que esa disputa del territorio entre grupos criminales esté acabando con la economía local, «la ganadería ha caído de forma estrepitosa, hoy nos están dando el tiro de gracia; cientos de productores malbaratan su ganado, era el único sector que sostenía a este municipio y no tienen idea el daño que están causando».

Recordó que en la mejor época ganadera de Zirándaro, vendían al año unas 20 mil cabezas de ganado y ahora sólo son 5 mil cabezas.

 «Les pido a los habitantes que hay que regresar a nuestras comunidades a pesar del riesgo y la adversidad, tenemos que levantar nuestro municipio, insistiré con los niveles de gobierno para retomar la paz en el municipio», dijo.

Dio a conocer que desde el pasado mes de abril dejó de asistir a las reuniones semanales de la mesa regional de Seguridad en las instalaciones del 34 Batallón de Infantería, porque se hablaba de todo, menos de seguridad y por «los riesgos que implica mi traslado a esa zona”, sin embargo dijo que “voy a retomar esa actividad porque el gobierno federal ha accedido a instalación de la Guardia Nacional en el municipio, proporcionarme seguridad y decirles en su cara que siempre reportan que no hay novedad, pero ha habido balaceras, hay desplazados y dicen que no hay novedad».

El alcalde envió un mensaje a los grupos del crimen organizado «que se disputan el territorio, a ellos les digo que no trabajamos para nadie, no beneficiamos a nadie, el interés es que el municipio sea próspero y esté en paz; esta marcha es para decir basta al terror que estamos viviendo y les decimos a esos grupos que no somos parte de su guerra, no hay anda que puedan sacar a Zirándaro, solo queremos paz vivir en nuestro municipio».

Un líder religioso del municipio, Miguel López dijo que las familias están «pasando por una necesidad de que haya paz y seguridad; por eso queremos ayuda, la necesitamos y es su deber de los gobernantes que nos las proporcionen».

La supervisora escolar de este municipio, María Concepción Lugardo aceptó que a consecuencia de esos hechos de violencia hubo suspensión de labores, «no fueron los alumnos por la incertidumbre, el temor, la angustia, no hubo clases y fueron testigos de lo que acontece; no queremos más angustia, tenemos un rezago educativo por esos días que se perdieron, queremos vivir en paz y por eso estamos aquí».

El presidente de la Asociación Ganadera de Zirándaro, Rene Duarte Ortuño manifestó en su intervención dijo que «para que un pueblo produzca y prospere debe tener paz, no puede producir. Si nuestros gobiernos tienen otros datos y nosotros tenemos otros datos que ellos no tienen, ojalá se den una vuelta y vean que hay gente desplazada».

Duarte Ortuño indicó que a consecuencia de las denuncias de la violencia y los desplazados el gobierno estatal y federal decidió enviar fuerzas de policiales y militares.
Dijo que el objetivo de la marcha era pedirle al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador y al gobernador Héctor Astudillo Flores, «que no queremos caporales vestidos de militares y policías; no señor gobernador, no señor presidente, lo que les pedimos es que nos garanticen la seguridad».

La marcha concluyó, sin ningún incidente y convocaron a un concierto por la paz el 31 de diciembre próximo, además de lanzar un llamado emergente a las autoridades a que se envíen elementos de seguridad y del Ejército suficientes para enfrentar esos brotes delincuenciales en este municipio colindante con Michoacán.(IRZA)

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