El Chip que prendió al SUSPEG

El Sindicato Único de Servidores de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (SUSPEG), encabezado por su dirigente, David Martínez Mastache, se prepara a recuperar y obligar a quienes tengan adeudos por aportaciones de cuotas obreros patronales, las cubran; una decisión que se toma, de manera general ante las adversidades que sufre ese organismo, por la falta de liquidez para hacerle frente a los beneficios que tienen sus agremiados.

Es como si de repente, al ingenioso dirigente estatal de los burócratas sindicalizados se le prendiera el chip, o más bien se lo prendieran, solo bastó conocer la posición del gobernador del estado, Héctor Antonio Astudillo Flores de NO hacer frente más, ni apoyar a ayuntamientos para subsanar esa omisión sindical, que por ley debiera de realizarse.

Hay una deuda histórica que han dado a conocer por parte de ayuntamientos y organismos públicos descentralizados y remarcamos, “una deuda histórica”, es decir, que ésta no se generó en las administraciones que actualmente están cumpliendo su periodo constitucional, a excepción de algunos que siguen aplicando ese mismo esquema de omisión o más bien dicho, de utilizar lo que le corresponde al SUSPEG, para otros fines, algo por demás inaceptable.

Si nos vamos por la “deuda histórica”, de la que menciona y señala el SUSPEG a cada uno de sus deudores, nos rebota de entrada que esa práctica era permitida por anteriores dirigentes sindicales del SUSPEG y por el propio David Martínez Mastache.

Ya lo dijo  a manera de reproche el propio presidente municipal de Chilpancingo, Antonio Gaspar Beltrán que los anteriores dirigentes de ese sindicato “toleraron” esa situación

Dijo no estar de acuerdo con las acciones que emprenderá el SUSPEG a partir del próximo lunes 26 de agosto, que entre ellas, es la toma de ayuntamiento para hacer presión a sus deudores.

“Estoy de acuerdo en que haya inconformidades, pero no hay ninguna ganancia y ningún avance en que haya tomas de edificios públicos. Implica retroceso y dejar de captar ingresos que puedan servir para contrarrestar estas inconformidades”, opinó.

O como lo ha manifestado el propio ex presidente municipal de Acapulco, Luis Walton Aburto, que esa crisis que abarca al ISSSPEG, es producto de la irresponsabilidad de ex presidente municipales que utilizaron las cuotas obrero-patronal, “en otras cosas”.

Los “tambores de guerra” se han tocado y no hay vuelta de hoja. El SUSPEG va por todo, como si fuera consigna para volver a capitalizar esa organización, que viene arrastrando reclamos de sus propios agremiados, sobre todo de los ya jubilados, que son los que más han resentido ese quebranto financiero, al no poder acceder a prestaciones.

La pregunta obligada sería, ¿por qué hasta ahorita? se dan cuenta que la obligación de los ayuntamientos y demás deudores, es una irresponsabilidad a todas luces, pero cobre todo, “tolerada” hasta hace unos días por los propios dirigentes sindicales.

Existió por sí mismo en este situación, una serie de acuerdos y de omisiones nada claras, que por bien de los agremiados, deberían de aclararse, no basta con apuntar el dedo flamígero de la culpa hacia otros, cuando fueron parte de lo que hoy reclaman.

Si como dicen, fue el gobernador Astudillo Flores quien abrió este nuevo flanco de batalla para abonar a la inestabilidad administrativa en los municipios, estaríamos a punto de enfrentarnos  a un nuevo escenario, nada halagador, que se suma a la pírrica situación de inseguridad.

Ni hablar, como dijera el dicho, a veces “es saludable cabalgar con la manada” o cómo vaya, la idea es esa…

 

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